
Con formación en dirección de arte y escenografía, Pepi de Boissieu ha convertido su vocación por las gastronomía — unida al arte, diseño y escenografía — en un potente elemento comunicativo.
Previa investigación, Pepi diseña acciones y construye narraciones mediante los alimentos y la cocina, como ejes centrales. Con su catering y experiencias repletas de creatividad, ha conquistado a grandes y variadas marcas como Hermès, Camper o Santa&Cole.

En un momento en el que muchas mujeres han tenido voz y se han pronunciado sobre los obstáculos y diferencias entre géneros en muchos ámbitos profesionales, nos gustaría saber tu visión personal, en forma de anécdota o curiosidad, sobre lo que para ti, significa ser mujer en el mundo del diseño/arquitectura.
Personalmente me siento muy afortunada de poder vivir en este momento donde todo empieza a cuestionarse de manera más global. Es una gran oportunidad que se presta para hablar más, desde lo individual hasta lo colectivo. En mi profesión en particular, que es medio un invento entre diseño y gastronomía, diría que donde más he presenciado algún tipo de desigualdad es en el ámbito de gastronomía. La cocina es curiosamente hoy en día una profesión de hombres y como es un trabajo tan tan exigido a las mujeres que están volcadas aquí dentro, a veces tienen que hacerse valer o “pagar un derecho de piso” para probar que tienen las mismas capacidades. En el ámbito del diseño es verdad que hay menos mujeres que hombres, pero comparado con la cocina hay mayor balance.
¿Crees que existían más diferencias cuando empezaste? ¿Siguen presentes?
Aunque no recuerdo alguna situación puntual cuando empecé con mi trabajo que me haga valorar esta diferencia, si siento que año tras año hay más activismo, hay más denuncia, más animo de hablar del tema que es genial porque es de la única manera que vamos a lograr más igualdad. Rompiendo silencio.
