Mobles 114: honrar al diseño atemporal

Un diseño atemporal tiene el poder de permanecer, de mantenerse inalterable en su forma y en su esencia. Un mueble que evoluciona en ícono, de alguna forma nace ya como un clásico. Este no fue creado para ser temporal y nunca se consideró como algo aferrado a una estética eventual. Se estudiaron con cuidado sus formas, se meditaron los materiales que se emplearían en su concepción, se reflexionó sobre su por qué…. En su diseño no hubo nada al azar, quizás por eso ese mueble admirado, y adorado, tiene bien merecida su posición en el Olimpo de los grandes clásicos del ayer y del mañana.

Conscientes de la valía del gran diseño y del potencial de nuestro patrimonio cultural, la editora catalana Mobles 114, lleva años recuperando y reeditando grandes productos que forman parte de nuestra historia, y brindando el reconocimiento a sus diseñadores, muchos de ellos pioneros del diseño y maestros del saber hacer.

En el año 1934, el arquitecto Josep Torres Clavé creó esta butaca, inspirada en los “cadirats” populares ibicencos. Utilizada para amueblar el prestigioso Pabellón de la República Española en la Exposición Internacional de París en 1937 al lado de obras tan reconocidas como el Guernica de Picasso, la fuente de mercurio de Alexander Calder o el Pagès Català de Joan Miró. 

La butaca Torres Clavé combina una estructura de madera de roble con asiento y respaldo tejido con cuerda de manufactura artesanal. Su valor clásico e histórico, así como el atractivo de los materiales y su notable confort la hacen especialmente adecuada para ámbitos de hostelería, recepción y salas de estar, lectura en bibliotecas y espacios de carácter singular.

Germán Rodríguez Arias fue uno de los arquitectos pioneros y entusiastas que se unieron en la España republicana bajo las siglas GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea). El colectivo apoyaba la modernización del país bajo las premisas de la sensatez, la funcionalidad, la búsqueda de nuevas formas constructivas y la renovación de todos los campos creativos para conseguir el cambio y el progreso cultural del país.

Muchos de sus integrantes se exiliaron, como es el caso del arquitecto catalán Germán Rodríguez Arias, el cual encontró refugio en Chile. Fue durante esta etapa en la que Rodríguez Arias conoció al escritor Pablo Neruda. La amistad entre ambos llevo al arquitecto a ser el responsable de La Chascona y de la ampliación de Isla Negra, dos lugares que se han convertido en destinos de peregrinaje para todo turista que visita Chile y todo amante del escritor chileno.

Para la ampliación de la casa Isla Negra – que actualmente es el museo de la fundación Pablo Neruda – Germán Rodríguez proyectó también el mobiliario del cual Mobles 114 ha recuperado el diseño de la silla Catalana.

La butaca que recoge la esencia de las tradicionales sillas catalanas, proviene de una clara inspiración y reminiscencia por la tierra natal del arquitecto.

La última incorporación al catálogo de Mobles 114 es la mesa Jujol, diseñada entre los años 1920 y 1927 por el arquitecto Josep Maria Jujol.

Este diseño proviene del domicilio donde vivió Jujol en la Rambla de Cataluña de Barcelona y, por la manera que está construida, podríamos decir que se trata de un prototipo, un ejemplar único.

Jujol 1920 es una mesa auxiliar que invita a admirarla como una obra de arte. Una mesa práctica y versátil que acompaña la decoración de espacios de interior aportando nobleza, sobriedad y elegancia. Construida con madera de roble, los dos sobres ovalados dispuesta en dos niveles le otorgan un carácter y personalidad únicos. Lejos del estilo modernista, Jujol traspasa estilos y diseña una mesa que en pleno siglo XXI tiene una vigencia indiscutible.

La colección de Clásicos de Mobles 114 alberga iluminación, mobiliario y accesorios. Desde los ya míticos ceniceros apilables Copenhaguen 1966 de André Ricard, hasta la lámpara Fil 1991, obra de Álvaro Siza Vieira como un ejercicio de purismo.