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Harry Bertoia
La obra del artista y diseñador Harry Bertoia abarcó de todo, desde la escultura hasta el dibujo; pasando por la joyería, —un ejemplo es la alianza que Charles Eames regaló a Ray—, hasta el diseño de mobiliario con su famosa silla Diamond.
Reconocido mundialmente como un genio del diseño del siglo XX, es difícil creer que Bertoia acabase diseñado solo una serie de muebles para Knoll.
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Harry Bertoia, nació en Italia y emigró en 1930 a Estados Unidos. Tras estudiar arte y diseño y aprender joyería en Detroit, Bertoia recibió una beca para formar parte de la famosa Cranbrook Academy of Art, en Michigan, dónde conocería a Walter Gropius, Ray y Charles Eames o Florence Knoll, entre otros muchos diseñadores de Mid-Century.
Tras trabajar junto a Charles y Ray en la División de Contrachapado Moldeado de Evans Product Company, fue Florence y su marido Hans Knoll quienes alentaron al artista a desarrollar una colección de mobiliario para su empresa. El encargó fue simple, invitaban a Bertoia a “explorar lo que quisiera”, y como no, él se sintió atraído por la idea de utilizar alambre de acero para concebir una nueva silla.
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Aquel diseño presentado a Knoll, era un poco rígido, por lo que se pidió al diseñador de muebles Richard Schultz, el cual ya colaboraba con la editora, que ayudara a Bertoia a encontrar ideas para una tapicería que suavizara el asiento. Solucionado ese paso, la colección fue presentada por Knoll en 1952 y rápidamente se convirtió en todo un éxito. Fue tal la buena acogida que permitió a Bertoia alejarse del diseño de muebles y dedicarse por completo al arte.
Tanto los sillones Diamond, Bird y Asymmetric, como las sillas Bertoia son una obra maestra de estructura y transparencia y siguen siendo un elemento de decoración básico en muchos hogares. Si bien la mayoría de sus contemporáneos estaban interesados en las propiedades de la madera y el plástico en sus diseños, Bertoia se centró en el acero, combinando su conocimiento de la metalurgia con su interés en la escultura, y creando así toda una colección.
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“Si miras estas sillas, están hechas principalmente de aire, como una escultura. El espacio pasa a través de ellos “, mencionaba Harry Bertoia en una entrevista.
Las cualidades camaleónicas de estas sillas les permiten funcionar bien en cualquier entorno, desde comedores hasta espacios al aire libre. Quizás por eso Knoll también vio viable adaptar esta colección para entornos de exterior, y así poder ejercer una declaración audaz del diseño de mediados de siglo, donde sea que se coloquen.
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