Enric Pastor
Empecemos. ¿Qué crees que aporta AD y la hace la revista más reconocida del sector?
La calidad y el legado histórico que representa la cabecera, que ya existía en EEUU y en otros países antes de llegar a España en 2006. No había nada parecido en los quioscos en ese momento y fue un reto trasladar a nuestra cultura la filosofía editorial de una cabecera que había nacido en California en 1920 y se convirtió en la biblia de la mejor arquitectura, mostrando en sus páginas el Art Decó de la Gran Depresión, el nacimiento de las Case Study Houses de California en los 50 o el deconstructivismo Frank O. Gehry ya casi en el cambio de siglo, por ejemplo.
Al lanzarla en España no queríamos hacer una copia del resto de ediciones, así que le buscamos una identidad gráfica propia, un estilo de fotografía luminosa y nítida que nadie había probado antes y una calidez y un humor propios de nuestro país. AD es una publicación pensada para inspirar a lectores interesados en la decoración. Refleja los cambios y las tendencias que suceden en el mundo, damos una visión cosmopolita del diseño y ofrecemos actualidad, mostramos y creamos los interiores del momento. Tanto en la versión print como en la digital no somos ni una revista práctica que publica casas clónicas, ni una publicación elitista de alta decoración, tomamos lo mejor de ambos mundos, y creo que eso nos hace especiales.
¿Qué encendió la llama para que te lanzaras a crear la edición española de ‘Architectural Digest’?
La curiosidad, que es el origen de muchas grandes aventuras en la vida. El periodismo y el deseo de conocer van unidas, así que partía con ventaja al tener una personalidad con ansia por saber. Fue Montse Cuesta, primera directora de AD, quien me llamó para darle a la revista un aire periodístico y actual, distinto a las revistas prácticas que ya existían con casas muy estandarizadas y a las dirigidas a profesionales que no tenían “alma”. En AD hemos logrado tener un criterio común, una mirada editorial que va eligiendo "esto sí, esto no" a medida que elaboramos la revista. Referentes y maestros he tenido muchos, y algunos hasta contradictorios, desde el "menos es más" de Mies van der Rohe al maximalismo del decorador David Hicks en los 60. Me apasiona el concepto supernormal de los muebles que crea Jasper Morrison, la poética y la magia del estudio Nendo, los interiores rústicos y cálidos de los arquitectos Studio KO, la exuberancia neohollywoodiense de Kelly Wearstler, el confort mental que te transmite el buen diseño (en palabras del gran Achile Castiglione), la mano juguetona de Patricia Urquiola, el choque de colores y estampados de India Mahdavi… Todos me han ayudado a forjar la cultura visual en la que baso mi trabajo.
¿Cómo te decidiste por escribir sobre interiorismo, arquitectura y mobiliario? ¿Puedes recordar la situación que desencadenó esa decisión?
Siempre me ha gustado apreciar un objeto bien diseñado, que funciona y además está pensado con un sentido poético. También cuando entro en un espacio y me siento bien intento conocer la razón: si es la luz, la proporción de los espacios o los materiales con los que está proyectado. Así que fue un paso natural, no recuerdo en qué momento hice click. Ya había escrito sobre diseño en el diario El Mundo, donde empecé mi carrera, pero fue a raíz de incorporarme a AD en 2005 cuando entendí mi pasión. Descubrí un mundo maravilloso en el que había mucho por hacer. Yo siempre digo que el diseño y la decoración también forman parte de la cultura y sirven para formarnos y tener otra visión de la vida, y en este sentido creo que he elegido la mejor profesión. Sí recuerdo el momento en que supe que no había vuelta atrás: el lanzamiento del primer número en marzo de 2006. Fue después de un año de pruebas, de números cero (en el argot, son los ejemplares que se publican internamente para hacer "reales" las ideas), de estudios de mercado y de escuchar todo tipo de opiniones, desde que teníamos que copiar la edición francesa de AD, que por entonces era muy bueno, o que en España nunca se entendería una revista de decoración así y que sería un fracaso. Pero el lanzamiento supuso una revolución y un cambio profundo en el segmento de las revistas de decoración. Le pusimos mucha pasión a las páginas, es una revista que tiene mucha vitalidad, transmite energía, es muy sofisticada pero a la vez es muy cercana.
¿Crees que influye en tu proceso creativo la ciudad en la que vives?
Por supuesto. Viví en Valencia hasta los 18 años, y a esa edad me mudé a Madrid para estudié Periodismo en Madrid, y ya me quedé, me considero un 50% de aquí. Que sea una ciudad tan cosmopolita y tan abierta a influencias, con el carácter amigable de los madrileños, la hace perfecta para ser ensayo y punto de encuentro de muchos estilos y puntos de vista. Es cierto que Barcelona y Valencia son las capitales del diseño, allí se respira la cultura del disseny y tienen las mejores escuelas para enseñarlo, pero Madrid poco a poco ha ido creando su propio espacio en el mapa de la decoración. Ha sido muy deprisa, la ciudad ha dado pasos de gigante en decoración de restaurantes y hoteles, por ejemplo. Y en lo privado, hemos pasado de las casas clásicas, con muebles de inspiración gustaviana, tapizados lisos y colores beige, muy típicas de la década de los 2000, a viviendas más flexibles, eclécticas en su mezcla de diseño y antigüedades, estampados y arte contemporáneo.
A menudo, los diseños pasan de generación en generación. ¿Tienes alguna pieza así, con gran valor sentimental que lleve en la familia desde hace décadas?
Me encantaría haber crecido con una lámpara Cesta de Miguel Milá o con un sillón de Torres Clavé en mi habitación. En mi casa familiar, el diseño era cosa de mi abuelo. Trabajaba en Mosaico Nolla, la fábrica de cerámica en Valencia diseñando suelos y fachadas con esas pequeñas teselas de gres que formaban complejas composiciones a modo de mosaico. Dejó muchas muestras de su trabajo en suelos y escaleras de nuestras casas, también en forma de mesas y encimeras.
¿Qué significa un buen diseño para ti?
Forma, función y emoción, y la más importante es la última.
Para ir acabando... Cada uno tiene sus piezas favoritas. ¿Nos podrías mencionar tus 5 diseños favoritos, que podamos encontrar en la web de DomésticoShop?
