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El mobiliario de Eileen Gray
La legendaria Eileen Gray ha llegado a representar diferentes áreas creativas a lo largo de los años. Si hablamos de diseño, Gray es considerada una figura visionaria, reconocida por haber creado algunos de los muebles e interiores más memorables del periodo contemporáneo. Si hablamos de arquitectura, la figura de Eileen Gray se encuentra cara a cara con los padres del movimiento moderno como Walter Gropius o Le Corbusier, llegando a considerar su villa E.1027 como un icono de la arquitectura moderna. Fuera como fuere, Gray fue una pionera con mayusculas, una mujer que consiguió sacar cabeza dos campos absolutamente dominados por los hombres.
Es sabido que Eileen Gray empezó su trayectoria artística experimentando con la laca asiática tradicional lo que la estableció como pionera en las artes decorativas, especialmente una vez que abrazó la abstracción. Junto al artista japonés, Seizo Sugawara, y una tejedora escocesa, Evelyn Wyld, lentamente comenzó a exhibir su trabajo y a venderlo a coleccionistas adinerados.
En 1921 y hasta el 1930, Gray y Wyld abrieron una tienda-sala de exposiciones bajo el seudónimo masculino de “Galérie Jean Désert”. Hasta la fecha, Gray había diseñado cercana al estilo ornamentado típico de los decoradores parisinos, popularizado como Art Déco. Utilizaba materiales lujosos como maderas exóticas, marfil y pieles, pero a mediados de la década de 1920, sus piezas se volvieron más simples estéticamente e incorporaron acero, aluminio y otros materiales industriales, lo que refleja su creciente interés por el trabajo de Le Corbusier y sus colegas modernistas.
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De todas las piezas de muebles que Eileen Gray creó, incluso las producidas en ediciones, nunca hubo dos exactamente iguales. Gray adaptaba la pieza a cada cliente, ofreciendo un producto exclusivo. Pero debido a estas diferencias, ha sido siempre muy complicado precisar su estilo: no podían encasillarla dentro de las artes decorativas, pero tampoco dentro del movimiento moderno.
Su mobiliario bebía del lirismo; Gray quería crear interiores y muebles para el alma y el cuerpo. Sus ideales iban más allá de hacer algo que fuese tendencia o movimiento, pensaba en la funcionalidad. Sí una butaca estaba concebida con un respaldo curvilíneo, era porque ella consideraba que era más cómoda y funcional para estar sentado.
Bajo esa premisa se considera que Eileen Gray diseñaba pensado en ella misma. Esta hipótesis se hace aún más palpable en los muebles que creó para la villa E 1027. Un ejemplo es la icónica mesa homónima de acero tubular que se ha convertido en una de sus piezas más populares aún hoy en producción por Classicon. Se diseñó originalmente para permitir disfrutar del desayuno en la cama durante sus visitas a la villa, sin dejar migas en las sábanas gracias a una parte superior ajustable. Pero también la idea se sustenta, por la escala reducida a la que diseñaba, que es considerada por historiadores como dimensionada para el cuerpo de una mujer.
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Muchos de los diseños de Gray aun siguen en producción, como piezas cargadas de intención y modernidad. Algunos de ellos son editados por la firma Classicon.
Eileen Gray era capaz, como solo pocos diseñadores, de combinar lo estético con lo práctico. Lo demuestra a la perfección el pequeño tocador dividido geométricamente, diseñado para su residencia de verano E 1027. Los cajones del tocador Petite Coiffeuse son giratorios. Todo está reducido a lo verdaderamente esencial, pero todo sigue siendo práctico y estando al alcance de la mano.
Eileen Gray no sólo creó algunos de los muebles clásicos más significantivos del siglo XX sino que también dirigía un taller propio en el que se tejían alfombras según sus diseños. Blue Marine fue concebida en lana, para su villa en el sur de Francia.
Diseñado en 1926, Eileen utilizó la silla Bibendum en muchos de sus interiores. Es cautivadoramente armoniosa a pesar de su tamaño y combina una majestuosidad impresionante con un encanto y un espíritu divertido. El nombre de la silla Bibendum deriva de la mascota de la compañía de neumáticos Michelin: Monsieur Bibendum.
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